La violinista que llevo dentro es pasional, es triste, es alegre, es apagada, es brillante, es femenina, es masculina, es joven, es vieja, está muerta y está viva...lo es todo y no es nada. Nunca se me ha dado bien escribir, ni expresarme. Así que, que las imágenes hablen por mí, junto a las notas, es la forma más fácil de expresarme.